sábado, 20 de octubre de 2012

Aprendiendo cosas nuevas

Pues estas dos semanas atrás, en plenas vacaciones de culo quieto me apunté a un par de talleres de Jumping Clay.
El taller en si lo descubrió mi padre y como en mi familia esto de las manualidades nos gusta, hemos acabado yendo todos. Así que en el taller, la mitad de la gente eramos los de mi casa.

El material está muy bien y se pueden hacer cosas muy bonitas y curiosas, estas son parte de las cosas que ellos tenían expuestas y a nosotros en plena faena.




Ya veis que las cosas que se pueden hacer son muchísimas. Y además me gustó muchísimo muchas de las cosas que tenían y a las que no les pude hacer fotos porque es un material genial para trabajar con niños y para decorar sus habitaciones.
Es un material que no huele, no es tóxico, es muy manejable y encima se seca al aire. Todo funciona con formas, y siempre son las misma, una bola, una lágrima un cilindro... y se puede mezclar entre ellos, así puedes hacer mil y un colores a tu gusto.
Lo único que no me gusta es que una vez unes las piezas, es prácticamente imposible separarlas, a no ser que te des cuenta ultramega rápido y des un estirón, contando con que la superficie unida sea mínima, o.... a golpe de tijera.

Así que os animo a que si tenéis niños y sabéis de sitios donde hagan talleres de estos les apuntéis. Es genial para sacar el artista que llevan dentro desde ya pequeños y almenos donde yo voy, los precios no están nada mal.

Y para acaba os muestro las dos obras de arte que me llevé a mi casa hechas por mi.




Y por último os muestro los que hicieron mis familiares, para que veáis que cada uno tiene su estilo.


Creo que con lo que yo tengo en casa que es parecido voy a hacer un par de cosas que se me han ido ocurriendo. Ya os enseñaré ;).

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